La Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), con el apoyo de los Ministerios de Industria, Comercio y Turismo y de Agricultura, Pesca y Alimentación, gestiona desde hace años el Club de Producto Rutas del Vino de España, compuesto por 33 rutas enoturísticas repartidas por todo el territorio español. Las bodegas y los museos del vino adheridos a estas rutas son, junto a la gran oferta de alojamiento rural y la gastronomía, los principales atractivos para los aficionados del vino. De hecho, sus registros de visitantes aportan información muy valiosa para el continuo desarrollo del sector. De los alrededor de 1,6 millones de visitas de enoturistas registradas en 2021, más de 216.600 se contabilizaron en la ruta aragonesa de Calatayud, la más popular por delante de la ruta de la Ribera del Duero y la del Marco de Jerez.
La mayor parte de los visitantes de las Rutas del Vino de España son residentes en el país, aunque parece que los turistas internacionales se empiezan a interesar cada vez más por esta alternativa al tradicional turismo de sol y playa. El perfil más común, por tanto, es el de un enoturista español de entre 36 y 45 años de edad. La mayor parte viaja en vehículo propio y en pareja. El método de reserva más utilizado es Internet; y el alojamiento más demandado, el rural. En cuanto al gasto en bienes y servicios, los visitantes desembolsan de media unos 173 euros al día durante su estancia en las rutas. De esa cantidad, alrededor de 35 euros se destinan a la compra de vino de la zona visitada.