Fusiones y más fusiones
Esta sucesión de acontecimientos ha tenido un impacto decisivo en el ya debilitado sistema bancario nacional, donde la inestabilidad, la escasa rentabilidad y los altos porcentajes de morosidad están a la orden del día. Así lo corrobora el imparable proceso de concentración del sistema financiero español, que ha pasado de contar con 55 bancos y cajas de ahorros en 2009 a apenas una decena en 2021. Precisamente en ese último año se han completado dos importantes operaciones que han dado mucho que hablar: la fusión de CaixaBank con Bankia y la de Unicaja con Liberbank.
- Caixabank y Bankia
Tras la absorción de Bankia por 4.300 millones de euros en marzo de 2021, la nueva CaixaBank se erige como el banco más grande de España, con un activo total de 674.088 millones de euros y más de 21 millones de clientes, según los resultados del primer semestre del año. De esta forma, la entidad se sitúa por delante de sus eternos rivales, BBVA y el Banco Santander, cuyos respectivos volúmenes de activos ascienden a casi la mitad de los del banco dirigido por Gonzalo Gortázar.
Para sacar adelante esta fusión, CaixaBank ha diseñado un ambicioso plan estratégico que comprende el cierre de más de 1.500 oficinas y el expediente de regulación (ERE) más agresivo de la historia bancaria nacional. Este ha supuesto la salida de 6.452 trabajadores de su plantilla -principalmente empleados de Madrid, Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana-, que irán cesando su actividad escalonadamente a partir de noviembre de 2021. Tras la finalización del ERE, la empresa prevé unas sinergias de costes anuales de alrededor de 770 millones de euros. Además, se espera que el nuevo gigante bancario consolide su solvencia en torno al 11% y alcance una rentabilidad sobre recursos propios tangibles (ROTE) del 8%. Ahora bien, habrá que esperar al desarrollo en los próximos meses de la COVID-19 y de su variante recién descubierta, ómicron, para ver si las previsiones llegan a materializarse.
- Unicaja y Liberbank
Unicaja y Liberbank cerraron su fusión legal en julio de 2021, mientras que la unión tecnológica concluirá en 2022. Con ello, Unicaja se convierte en el quinto banco más grande del país, con un volumen de gestión de activos de 113.600 millones de euros y 4,5 millones de clientes.
Al igual que CaixaBank, Unicaja también ha previsto una estrategia de reestructuración que contempla la desaparición de 546 oficinas y un expediente de regulación de empleo. Si bien este último no es tan severo como el de la entidad catalana, deja en la calle a 1.513 trabajadores. Con la fusión, se estima que la ROTE de la nueva entidad se sitúe en torno al 6% en 2023 y las sinergias de costes alcancen los 192 millones de euros anuales a partir de ese mismo año.
El ERE, el principal método para ajustar costes
2021 parece haber sido no solo tiempo de fusiones, sino también de expedientes de regulación de empleo. Y es que, aun sin fusión a la vista, los otros grandes bancos que completan el esquema financiero español se han subido al carro del ERE con el fin de regular su balance presupuestario y ajustar su rentabilidad.
El segundo banco más grande de España, BBVA, estuvo a punto de ser otro de los protagonistas, después de barajarse una posible fusión con Banco Sabadell, pero finalmente las negociaciones no llegaron a buen puerto. Sin embargo, la compañía de Onur Genç sí adoptó una serie de medidas para mermar sus costes, como la reducción de su red bancaria en 480 oficinas y la negociación de un ERE que se saldó con 2.935 despidos.
Un paso similar es el dado por el tercer banco de España según volumen de activos, Banco Santander, que en julio de 2021 completó su ERE con la eliminación de 3.572 puestos de trabajo. Asimismo, su red se verá menguada en 1.033 oficinas cuando el proceso de reestructuración llegue a su fin.
En cuanto a Banco Sabadell, este se halla inmerso en un ERE para dar salida a 1.380 empleados entre el cuarto trimestre de 2021 y el primer trimestre de 2022. Cabe mencionar que, en el marco del ERE, la entidad ha echado el cerrojo a 320 sucursales y ha convertido otras 176 en cajas avanzadas, donde solo se prestan los servicios básicos.
Un futuro incierto
En los últimos meses no se ha comunicado ninguna nueva fusión o adquisición a corto y medio plazo, debido quizá a que los banqueros consideran plausible una entrada en positivo del euríbor en 2022 y aguardan a analizar su impacto en bolsa y en sus cuentas de resultados. Con todo, los expertos del sector ya han señalado en varias ocasiones que las fusiones protagonizadas por CaixaBank y Unicaja no serán las últimas, ya que para sobrevivir las entidades han de poder seguir optimizando sus recursos y seguir adaptándose a las nuevas necesidades de unos clientes cada vez más proclives al uso de la banca digital.